¿Necesitás una herramienta práctica y rápida para entablar comunicación con tus clientes potenciales y así incluirlos en tu embudo de ventas? Estás en el lugar correcto.
El objetivo final de cualquier acción de marketing digital es conseguir que, cada día, nuevas personas se contacten con la marca para concretar una venta y que se conviertan en clientes. Afortunadamente, en la actualidad existen múltiples canales de comunicación: algunos instantáneos, como los chatbots, y otros más tradicionales, como el correo electrónico. Una opción intermedia son los formularios de contacto en el sitio web.
Según diversos estudios sobre el comportamiento de la audiencia, alrededor del 60% de los usuarios de internet desean que las empresas se comuniquen con ellos y entablar una mejor relación entre ambas partes. Además, cuando ese contacto ocurre, más de la mitad termina concretando el consumo y tres cuartas partes afianzan su fidelidad con el negocio.
Esto significa que es vital crear múltiples canales de comunicación entre la marca y los clientes potenciales. En este caso, nos centraremos en los formularios de contacto, los beneficios de implementar esta herramienta y la mejor manera de crear uno.
La importancia de los formularios de contacto en la web
No es novedad que el sitio web es una poderosa estrategia de presentación del negocio a los leads. Allí se pueden mostrar los productos y servicios que se hacen, cómo, dónde y la manera en que estos pueden ayudar a satisfacer las necesidades de los consumidores.
Es el lugar perfecto para, luego de que el usuario absorbió toda la información que se le brindó, insertar un canal de comunicación para que entable una conversación con la empresa.
Los formularios de contacto son una excelente opción para esta primera aproximación con el cliente potencial. En definitiva, son la entrada al embudo de ventas. Por lo tanto, es clave que su estructura, diseño y ubicación estén debidamente pensados, analizados y pulidos para lograr mejorar las métricas de conversión.
Hay que tener en cuenta que las personas se preocupan por la difusión y seguridad de su información personal, por más que sea algo simple como el nombre, la edad o el correo electrónico. A veces no están dispuestas a entregarla por nada ni nadie. Por lo tanto, hay que ser muy cuidadosos con los datos que se solicitan a los usuarios y la forma en la que se hace.
Esto implica que, un simple cambio en el formulario, ya sea en sus campos, el título o un botón, puede hacer una gran diferencia en la cantidad de consumidores que lo completan y, en definitiva, en la tasa de conversiones que se logre. Aunque no existe una fórmula mágica, si hay algunos aspectos que se pueden tener en cuenta.

Los beneficios de los formularios de contacto
Las marcas están inmersas en un mundo que le da prioridad a lo móvil y se mueve a través de las redes sociales. Es decir, forman parte de una narrativa más grande que se fundamenta en la necesidad de una conexión por demanda y a escala.
En ese contexto, los negocios que demuestran empatía, humor y reflexión en sus interacciones con los clientes a través de las plataformas en línea, destacan entre la multitud y forjan relaciones que ayudan a impulsar el retorno de la inversión a largo plazo.
Sitios como Facebook, Instagram o Twitter, que son el campo de batalla actual, priorizan a las empresas que tienen la capacidad de dar respuestas en tiempo real a las consultas de los usuarios.
La comunicación por correo electrónico lleva más tiempo y es menos certera, ya que los consumidores no terminan de estar seguros de si las direcciones que aparecen en el sitio sirven para resolver las dudas en general o las preguntas específicas que ellos tengan.
En cambio, los formularios de contacto agilizan las consultas y brindan una sensación de conexión significativa, ya que prometen reconocimiento, revisión y respuesta a las preocupaciones escritas.
¿Cómo diseñar formularios de contacto?
Antes de diseñar los formularios, hay que tener en cuenta tres factores determinantes: el objetivo final, el tipo de contacto que se busca y los clientes que se pretenden alcanzar.
Una vez definidos estos aspectos, y en función de ellos, existen ciertas nociones básicas para que esta herramienta convierta mejor.
Campos e información
Existe una tendencia de marketing digital que plantea que, en la diagramación de los formularios de contacto es mejor incluir la menor cantidad posible de campos para completar. Se debe solicitar la información justa y necesaria. Sin embargo, no hay que recortar de más, ya que es necesario contar con ciertos datos cuando aparece un lead.
Frente a este requerimiento de poca cantidad, se vuelve indispensable pensar minuciosamente en los campos que se van a incluir y cuáles van a quedar fuera. Hay que entender que los usuarios son reacios a compartir su información personal y dejar en claro qué ganancia obtendrán a cambio de entregarla.
Diseño y apariencia
Los formularios de contacto y su botón de CTA deben ser llamativos, pero sin romper con la estética y el concepto general del sitio web. Hay que pensar en una paleta de colores adecuada, un tamaño acorde al resto del contenido y que las imágenes o animaciones no sean invasivas.
Ubicación en la web
Aunque la mayoría de los formularios de contacto se ubican al final del sitio web, no es necesariamente el único lugar donde puede ir. En la actualidad, cada vez es más común encontrar esta herramienta al inicio de la página o en los laterales izquierdo o derecho.
Como en casi todo lo que tiene que ver con el marketing digital, existen pruebas y testeos para determinar en qué lugar se obtienen mejores resultados. De igual forma, no es necesario tener un sólo formulario en el website, sino que puede haber varios.
Títulos de los campos
Para determinar los nombres o títulos que deben llevar los campos, volvemos a la idea de que los usuarios deben poder percibir qué es lo que van a ganar al contactarse con la marca.
No es lo mismo decir “Contactanos” qué “Contactanos para saber cómo diseñar los formularios de contacto”.
Al mismo tiempo, los nombres de los campos pueden servir para dar a entender qué tipo de contacto está buscando el negocio. No serán iguales si se apunta a un cliente del rubro B2B que del rubro B2C. En el primer caso, seguramente se soliciten datos como email de trabajo, empresa o cargo que ocupa, mientras que en el segundo se pedirá información sobre el asunto o la localidad.
Tipos de formularios de contacto
Como puede deducirse de lo mencionado anteriormente, existen muchísimas combinaciones de campos, diseños y estilos de formularios de contacto.
Sin embargo, hay algunos parámetros que permiten agruparlos en algunos grupos base:
- Clásicos o minimalistas: estos formularios son los que piden sólo los datos necesarios para la primera aproximación entre el usuario y la marca. Pueden ubicarse en una página exclusiva, en el header, al final del sitio o en algunos de los costados. No llevan demasiados elementos y el diseño es simple.
- Largos: estos modelos son los que utilizan cuando el negocio necesita mayor cantidad de información de los consumidores. Para no espantar a los visitantes, habrá que diagramarlo de forma tal que invite a completarlo y no parezca demasiado extenso. En este caso, se recomienda disponer una página específica para esta herramienta.
- Multi-step: esta es una opción para los formularios de contacto que requieren recabar muchos datos y no quieren ahuyentar o intimidar a los usuarios con la extensión. Se basa en mostrar el siguiente campo una vez que la persona completó el anterior. De esta forma, nunca se sabe cuánto falta para terminar. La teoría detrás de este diseño es que genera más engagement, ya que una vez que se comienza a completar, hay menos posibilidades de que lo deje.
- Contacto No-Form: otra forma de comunicarse con los clientes potenciales, aunque no es de las más recomendadas, es optando por no incluir el formulario en el sitio, sino dirigir las consultas directamente a las redes sociales o llamadas telefónicas. Esto requiere mayor estructura y que el consumidor pueda perderse en el camino.
La página de agradecimiento
Como en cualquier proceso de comunicación, el usuario necesita la confirmación de que su mensaje ha llegado a destino o, al menos, va en camino. Es muy frustrante que los campos simplemente se pongan en blanco y no saber si la información se envió correctamente.
Para eso sirve la página de agradecimiento. Debe ser simple y confirmar que la marca ha recibido correctamente la solicitud de contacto. Es una práctica muy sana si el objetivo es mantener al cliente potencial contento y conforme con la atención.
Conclusión
En definitiva, los formularios de contacto son una herramienta fundamental de cualquier sitio web para que los usuarios puedan comunicarse con la marca y así ingresar en el embudo de ventas. Por eso, hay que analizarlos constantemente, estar atentos a su rendimiento y probar diferentes variantes de diseño, estructura y ubicación para ver cómo ofrece mejores resultados. De más está decir que las soluciones enlatadas no existen, sino que hay que probar constantemente nuevas estrategias.
