Marketing Digital

Claves para entender el marketing digital estratégico

El marketing digital estratégico tiene como objetivo identificar oportunidades y amenazas para implementar acciones concretas.

Marketing digital estratégico. Tres palabras que, seguramente, en los últimos tiempos has leído juntas muchas veces. Pero, ¿tienes bien claro qué significan? Si estás al frente de un negocio, una marca o en el sector de publicidad y redes sociales deberías hacer un repaso en su contenido. Por ello, la idea de dicho artículo es sumergirnos profundamente en esta metodología de análisis y acción tan central para el universo del mercado actual.

Como dijimos previamente, el marketing digital estratégico tiene como objetivo identificar oportunidades y amenazas para implementar acciones concretas . Lo cual permitirá a las empresas posicionarse y generar satisfacción en sus usuarios. En este sentido, si se aplica de manera correcta es porque se investigó seriamente un sector y se detectaron necesidades. Pero también se pudieron dar los pasos correctos para la difusión y comercialización de productos y servicios.

Marketing digital estratégico: ¿cómo juntar los 3 conceptos?

Si ya conoces sobre marketing quizás tengas tus dudas acerca de si continúa siendo lo que era. O sea, luego de abrirse a este nuevo mundo de estrategias digitales. Y la respuesta es un rotundo sí. La disciplina es la misma pero aplicada a las tecnologías que corren hoy.

Sobre lo estratégico refiere a que no puedes lanzarte en este campo sin antes delinear un plan de acción. Caso contrario, estarás desperdiciando recursos en vano y sin objetivos a los que apuntar.

Si se hiciera un cálculo al respecto, seguramente se podría afirmar que quienes trabajan actualmente en marketing digital estratégico, recopilan grandes millones diarios de datos. ¿Para qué? Esa es la clave de la cuestión de la que queremos hablar en este artículo.

A decir verdad, no todos esos datos se procesan de la mejor manera, con el fin de lograr los resultados esperados, al menos en términos de éxito comercial.

Es precisamente allí donde entra en juego el marketing digital estratégico. Su finalidad esencial es, entonces, aplicar esa inteligencia de negocios para conocer las necesidades actuales y, sobre todo, las necesidades futuras de un público al que se pretende llegar.

De este modo, las empresas, personalidades, organizaciones o emprendimientos podrán “ir un paso adelante” en estos nichos de mercado en los que podrán obtener mayores beneficios, antes que la competencia. A partir de allí, se podrán encontrar más chances para abarcar un mercado aún mayor.

La lógica evolución del marketing digital estratégico

En otros tiempos, se hacían estudios de mercado a través de sistemas como las encuestas telefónicas o el timbreo a domicilio. Se observaba o analizaba el comportamiento diario de la gente con técnicas hoy obsoletas. Hablamos de métodos que, aunque puedan seguir siendo utilizados, tienen un índice de error muy alto como para fallar a la hora de tomar decisiones concretas para el futuro de nuestra empresa.

Aparece entonces lo necesario: la tan mentada transformación digital. Detrás esta infinidad de datos que circulan por internet en forma de búsquedas, interacciones con publicaciones, etc, está el trabajo minucioso al que se fueron avocando los profesionales del marketing digital estratégico. Se trata de saber dominar esa información para lograr un mayor rendimiento al trabajo dirigido a explotar un nuevo universo.

Claramente, todo aquel que hoy quiera ponerse por delante de su competencia, no puede prescindir de meterse en este reto digital.

 

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Pero, por ser estratégico y digital, ¿el marketing es distinto a como era antes?

Los estudiosos del marketing vienen debatiendo este asunto hace tiempo. En la mayoría de los casos, la respuesta de ellos es NO. El marketing es el mismo. Esto es: la teoría, las estrategias para vender mejor, las técnicas de persuasión son, en general, las mismas. Lo que cambia hoy son las plataformas. El marketing aprendió a manejarse en un nuevo medio, el que reina en nuestros tiempos: internet y las redes sociales.

Martín Jones, uno de los managers de marketing en L’oreal dice, en esta línea que, el marketing no cambia. El objetivo siempre es el mismo: promocionar y vender productos o servicios, con una estrategia. Se define dónde, a quién, y qué valor ofreces. Lo que hoy sí cambia es cómo ofrecemos un producto o servicio y cómo se van detectando necesidades en el consumidor.

Sin embargo, sí es el consumidor quien cambia radicalmente. Hoy, si comparamos con generaciones atrás, los consumidores vienen “en otro empaque”. Es totalmente diferente cómo se conectan, lo que sienten y les importa. Es por eso que se hace necesario desarrollar investigaciones para detectar oportunidades con ellos, ver qué valores hay que asimilar.

Hoy en día, se podría decir que, el marketing digital estratégico “hace zoom” en el consumidor entendiendo cómo se conecta y qué le interesa. El marketing trata de entender ese viaje que se emprende con la marca y busca tejer una relación a largo plazo.

Frases hechas, pero importantes

Hay una expresión que ya fue dicha, escuchada, escrita y leída hasta el hartazgo. Pero, lo cierto es que, en el mundo del marketing digital estratégico, es la pura verdad: la primera impresión es la que cuenta. Esa primera imagen que un usuario se lleva de nuestra empresa es muy importante. Hoy, más que nunca. Los me gusta, los contenidos compartidos, las visitas, visualizaciones y el tráfico son condicionantes en la relación actual entre las marcas y el público. Mientras este número de interacciones sea más grande, más será el impacto que provocaremos en nuestro medio.

Visualicemos este escenario: subimos un video promocional a YouTube. Si logra muchas vistas, nuestra confianza entre los consumidores aumentará y, quizás, espere un siguiente video. Pero si genera poca respuesta, probablemente todo nuestro esfuerzo ni siquiera sea tenido en cuenta por ese público, en futuras acciones estratégicas.

Otra verdad, por más repetida que sea: escuchar a los clientes. Hoy, las redes dan muchísimas herramientas para esto. Ellos siempre tienen algo para decir, y la empresa debe responder. La mejor forma de responder es satisfaciendo sus necesidades comerciales.

Entonces, por ejemplo, podemos ofrecer canales que puedan ser usados más fácilmente, según el público objetivo. Eso también es marketing estratégico.

no olvidar nunca: nuestra competencia también está en esta transformación digital. Es clave estar atentos a sus movimientos. Esto puede ayudarnos a ver qué mejorar hacia adentro. Identificar, con humildad, si hay algo que estamos haciendo mal en relación a ellos, o si podemos hacerlo mejor. Así podremos obtener variables para atraer a más seguidores o clientes y tomar las decisiones necesarias, si tenemos que modificar nuestro plan de acción.

¿Cuál es tu competencia? ¿Estás seguro de que sea esa?

Este es otro punto que muchos no tienen en cuenta como consecuencia de la transformación digital. A veces, creemos que el negocio o la marca que compite con nosotros por un nicho de mercado es una que, en realidad, no lo es tanto. Ocurre que, en la actualidad, a la hora de desarrollar acciones de marketing digital estratégico las fronteras geográficas tienden a desaparecer. Por lo tanto, aunque poseas un negocio local bien emplazado en una ciudad o pueblo debes tener en cuenta a las demás marcas que no necesariamente están en tu cercanía.

Lo específicamente estratégico

Para dimensionar la importancia de “salir a la cancha” con una estrategia, puede ser útil tener algunos números reales, circunscriptos a la Argentina de hoy:

Hay alrededor de 45 millones de personas, de las cuales el 93% usa internet. El 76% utiliza redes sociales. El 86% navega por internet desde un dispositivo móvil. De las 24 horas del día, más de ocho las pasan conectados. Ven más de tres horas diarias de contenidos de TV, streaming u on demand, y escuchan más de una hora de música por streaming.

Ante todos estos datos, la tarea de un marketing digital estratégico es desarrollar acciones publicitarias o comerciales que se ejecuten, que “se metan” en el medio de estos números. Así, pasa a ocupar un rol central en las redes y plataformas digitales.

Pero lo más importante de todo esto es que estas estadísticas están generadas por un universo de gente que opina, comenta, comparte y critica. Personas normales que difunden información y demandan rapidez. Inmediatez. Además, exigen una experiencia personalizada. He aquí el éxito de formatos como Netflix, Booking o Spotify.

“Armar” un arquetipo

Todo lo anterior, es un montón de información que un potencial cliente le otorga a quienes trabajan en el marketing digital estratégico.

Así, se visualiza a una persona real, y se imagina: ¿Quién es?, ¿qué edad tiene?, ¿trabaja?, ¿qué hace cuando no trabaja?, ¿tiene familia?, ¿qué tecnología usa? Y un sinfín de preguntas más.

Lejos de horrorizarse por lo que pueda parecer una invasión a la privacidad, lo que este trabajo estratégico busca es satisfacer ese interés cada vez más específico que tienen los usuarios de la digitalidad.

Estos denominados buyer persona son representaciones ficticias de un cliente ideal. Y son fundamentales: permiten al marketing digital estratégico tener una imagen mental clara de adónde hay que dirigirse. Esto favorecerá la comunicación entre el equipo de trabajo. Ayudará a definir qué tipo de contenido generar para cada quien, qué “tono de voz” emplear y muchas decisiones estratégicas más.

Hacia adentro y hacia afuera

En la teoría de la comunicación institucional clásica se habla de “comunicación interna” y “comunicación externa”. En el marketing digital estratégico también es necesario tener una mirada similar. Esto se denomina análisis sistémico de procesos.

Mirando para adentro de nuestra empresa o institución, esta estrategia tiene que reconocer capacidades y conocer bien todo el proceso de trabajo (léase: ciclos de vida, distribución, promociones, recursos humanos implicados, etc). Es, lisa y llanamente, saber con qué cuento.

Del lado externo de la ventana, lo dicho sobre identificar el público objetivo, los segmentos de mercado, los hábitos de los consumidores. Este es el momento clave para la generación de estrategias innovadoras.

Solo a partir de allí se toman las decisiones sobre qué tipos de estrategias de marketing son las mejores para cada caso: cartera, segmentación y posicionamiento, funcional, de fidelización y otras más que podrían ser objeto de otro artículo más específico. 

Conclusiones sobre el marketing digital estratégico

Hoy en día, la inmensa mayoría de las empresas, al menos en Argentina, son pequeñas o medianas. Todas ellas han entendido o están en camino de ver al marketing como una función, no como un área circunscrita a un departamento. En ese marco, toda la organización precisa estar orientada a brindar el mejor servicio posible a sus clientes. Es decir, debe cuidar la imagen y buscar la fidelización. 

Aquí es donde el marketing digital estratégico se torna relevante. Esto implica toda una metodología de trabajo dirigida a la satisfacción de los objetivos anhelados. O sea que no tiene que ver con el tamaño, ni con la cantidad de empleados y áreas específicas que tenga una institución. Más bien, está relacionado con las ideas de planificación, de orden y con el compromiso de asumir responsabilidades.

¿Estás preparado para aprovecharlo al máximo? ¡Hasta pronto!

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