Las marcas necesitan estar entre nosotros, formar parte de nuestras vidas y entornos. Por eso, es que muchas empresas hoy optan por la personificación de marca.
¿Qué es la personificación de marca?
La personificación de marca busca proyectar en una caracterización humana los atributos y personalidad de un negocio. Y eso implica asociar a este con una persona, que puede ser real o imaginaria. También está la opción de que sea con un personaje conocido, con una mascota o bien, con un personaje ilustrado.
La finalidad es lograr una mayor conexión con el público objetivo y diferenciarse de los competidores. Específicamente, vinculando su propuesta de valor con emociones, valores y arquetipos psicológicos.
Como todas las tácticas, la personificación tiene ventajas e inconvenientes, y por supuesto a veces puede ser acertado para la marca y otras no.
¿Se trata de una buena estrategia para mi negocio?
Como dijimos, la personificación de marca permite que las personas conecten con el negocio de forma más rápida. Esto se debe a que el público se proyecta en la personalidad que la representa. Es que, usualmente nos sentimos más identificados con una persona que con una serie de características técnicas, aunque también puede producir rechazos.
Las emociones cierran ventas, eso es un hecho. Por lo que cuando a una marca le atribuyes adjetivos, potencias ese componente emocional. Y le brindas un nuevo poder, capaz de conseguir una conexión muy poderosa con el público.
Antes de decidirse a emplear esta táctica, debes preguntarte:
- Qué objetivos se desea alcanzar. En ocasiones, será parecer más accesible o establecer un mayor nivel de confianza. O tal vez, se convertirá el producto en algo familiar con lo que los consumidores puedan identificarse.
- Cómo podrá desplegarse el personaje que representará la marca. Esto es delimitar como se mostrará y determinar en qué escenarios aparecerá.
En definitiva, la personificación de marca es una táctica que permite generar mayor conexión y empatía. Esto a través de la identificación por medio de cualidades humanas.
La importancia de la personificación de marca
Dicho concepto es importante por varios motivos; pero sobre todo para transmitir tres cosas.
Imagen de la marca
Es la manera en que el público ve a la marca. Es decir, con qué la relacionan o en qué piensan cuando tienen algún tipo de contacto con ella.
Promesa de la marca
Abarca un acuerdo abstracto que establece el negocio con sus usuarios. En este sentido, la finalidad es agregar valor a su producto. A su vez, se resume principalmente en:
- Los efectos de tu producto o servicio en la vida del público;
- El objetivo singular de la acción de tu empresa y a dónde ella quiere llegar tras el efecto generado;
- Lo que se espera tras los dos conceptos anteriores. Es la manera en cómo las personas notarán o se sentirán tras el resultado alcanzado.
Misión de la marca
Se trata de una declaración puntual del objetivo de la empresa. Se refiere a la misión del producto o servicio para cada persona, ¿Qué problema va a resolver? ¿Qué necesidad va a satisfacer? ¿Qué solución va a ofrecer?
6 claves para personificar una marca
En el estadio de personificación de marca se puede apelar a distintos recursos. Aunque en Sabio Marketing los resumimos a 5 para tu mayor facilidad.
1. Construye tu historia (storytelling)
Lo primero que debes hacer para establecer la personalidad de tu marca es conocerla en lo más profundo. Puedes crear un resumen de su historia, por ejemplo, en un formato de storytelling, en la que dejes claro:
- En qué fecha se fundó la marca;
- Quiénes fueron los protagonistas del proceso de creación;
- Cuáles fueron los motivos, las circunstancias o los factores que inspiraron a crearla;
- En qué contexto surgió y por qué;
- Cuáles han sido sus transformaciones a lo largo de los años.
2. Establece tu propuesta de valor
La propuesta de valor es una promesa por entregar. Es la principal razón por la que un consumidor va a preferir adquirir algún producto o servicio de tu marca y no de tu competencia.
Para definir esta promesa, debes dejar claro:
- Quién es tu buyer persona o cliente ideal;
- Cómo tu producto o servicio resuelve o mejora cierta situación o problema;
- Cómo tu producto o servicio satisface una necesidad;
- Cuáles son los beneficios que le ofrecen al público en general y a los clientes;
- Por qué deberían preferir tu marca o empresa y no otra.
Teniendo estos elementos presentes, podrás definir una personalidad de marca que destaque de tu competencia y conecte con el público.
3. Escribe tu misión y visión
La misión es una declaración escrita en la que describes la razón de ser de tu marca y empresa. Pero también el objetivo principal que persigue.
Entre las preguntas principales que debes responderte al momento de establecer tu misión, se encuentran: ¿quién eres?, ¿por qué existes?, ¿cuál es tu propósito?
Por otro lado, la visión contempla las metas que tu empresa o marca desea conseguir en el futuro: ¿a dónde quiero llegar?, ¿en qué quieres que se convierta tu negocio a largo plazo?
Ambos elementos, son claves para definir una personalidad, y los cimientos para la personificación de marca. El foco está en construir una personalidad que esté en consonancia con tus ventajas competitivas y con los que deseas sumar a la propuesta de valor.
4. Identifica los valores de la marca
Los valores son cualidades por las que un sujeto u objeto son apreciados. Entre ellos se pueden mencionar: el respeto, la responsabilidad, la perseverancia, la empatía, la tolerancia y la lealtad. Asimismo, cuando se usan en un entorno empresarial funcionan para construir una cultura organizacional.
Delimitar los valores es clave para la definición de la personalidad de la marca. Ya que estos influyen en la forma en la que conceptualiza su identidad. Paralelamente, su objetivo es unir, inspirar y guiar el comportamiento del negocio. Así, hace posible a los empleados y clientes conectarse emocionalmente con ella.
Es importante definir los valores, ya que las personas suelen elegir marcas por sentirse identificados con estos. En caso de que no tengas establecido este punto, puedes ayudarte con las siguientes preguntas:
- ¿Qué representas?
- ¿Qué valora más tu marca?
- ¿Qué crees como empresa?
- ¿Qué te gusta y por qué?
5. Caracteriza a tu marca
Una acción importante al definir la personalidad de una marca, es caracterizarla de la misma manera cómo se construye un buyer persona. Esto significa atribuirle características humanas como:
- Edad
- Nivel de estudio
- Estado civil
- Gustos
- Intereses
- Hobbies
- Necesidades
- Motivaciones
- Miedos
- Valores
Esto te ayudará a escoger la personalidad que conecte con estos atributos y orientar la identidad verbal (principios comunicacionales) de tu marca.
6. Escoge la personalidad de tu marca
Luego de consolidar tu historia, público objetivo, propuesta de valor, misión, visión y valores, ya estás listo para la personificación de marca como tal. Esto conlleva escoger los atributos que caracterizan a tu marca, solo así podrás personificarla.
Puedes empezar de la siguiente manera: selecciona adjetivos (rasgos de personalidad) que consideres idóneos cuando alguien piense en ella. Los mismos se incluirán en diferentes dimensiones de personalidad.
Hay varios autores que hablan de lo anterior pero veamos ejemplos. Si tu marca es atrevida o aventurera entrará en la dimensión de “emocionalidad”. Los adjetivos “confiable” e “inteligente” entran en la dimensión de competencia. Y así, con todos los atributos que elijas para tu marca.
Lo que si tienes que tomar en cuenta es que dichas características no pueden ser contradictorias y deben pertenecer a una misma dimensión. Aquí tendrás que basarte en aquellas que consideres que definen mejor a tu marca.
Un proceso para conectar
Podrás ver, que cuando hablamos de personificación de marca nos referimos a un proceso en donde conocerse a uno mismo es fundamental. También es indispensable que sepas lo más que puedas sobre tu público. Ya que dotaras a tu marca de características deseables y humanas para hacerla más cercana y atractiva.
De esta forma, el camino para crear una estrategia de personificación sólida puede ser largo. En el mismo las marcas deben testear y analizar su mercado de una forma muy profunda.
Pero lo cierto es que cuando consigues que esta técnica tenga éxito, todo tiene sentido. Es que generar esa conexión y empatía con el público debería ser el anhelo de todo negocio. Por eso, si consideras que estás listo, quizá es hora de triunfar con la personificación de marca.