El storyscaping es una estrategia que ha derivado del común storytelling, a partir de que las marcas han necesitado ir más allá para diferenciarse y lograr un cambio en sus consumidores.
A grandes rasgos, consiste en una herramienta que permite construir un mundo con experiencias sólidas y coherentes en todos los rincones del marketing y la publicidad, y que le ofrece al consumidor la posibilidad de que se introduzca en él.
Ya hemos hablado del poder del storytelling (el arte de contar una historia) para comunicar creando emociones en nuestros lectores y oyentes, y para lograr esa conexión entre marca y empresa, a través de los valores compartidos.
Bueno, el storyscaping también utilizará los elementos experienciales del storytelling, pero asimismo se animará a ir un poco más allá.
A través del storyscaping será posible reflejar un entorno de contenidos que transmitan experiencias que, en conjunto, reflejen la historia del consumidor (¡no la de la marca!) y que generen tanto inspiración como interacciones apiladas.
El objetivo principal será lograr que el consumidor se sumerja dentro del mundo de la marca, sintiendo la experiencia y siendo parte de esa experiencia, aún así sea a través del consumo de los contenidos.
Naturalmente, los beneficios de sotryscaping son múltiples. Entre ellos se destaca el gran compromiso que los clientes tendrán hacia la marca y la capacidad de comunicar esta experiencia con efectividad.
Diferencias entre storytelling y storyscpaing
Ambas estrategias buscan conectar con la otra parte, generar algo. Ambas son herramientas empresariales muy efectivas, y en conjunto pueden lograr muchas cosas. Pero veamos en qué se diferencian.
- Mientras el storytelling cuenta historias, el storyscaping comunica experiencias.
- El storytelling pone foco en la marca, mientras que el storyscaping se enfoca en el consumidor y suele contar la historia del cliente.
- El storytelling tiene el objetivo de generar una emoción y una sensación. El storyscaping tiene el objetivo de generar inspiración e identificación.
- El storytelling puede estar desarrollado a través de una sola plataforma, tal como una red social, mientras el storyscaping debe abordarse desde un entorno multicanal (sitio web, redes, eventos, puntos de venta, todos los medios posibles). Es decir que debe ser digitalmente global.
- En el storytelling, la marca es el emisor; mientras que en el storyscaping, la marca tiene una posición de guía y de mentora, mientras que el protagonista es siempre el cliente.
- El storytelling busca siempre llegar a un final, a una conclusión que logre generar la emoción buscada en el lector. El storycaping, en cambio, debe ser algo sin fin preciso. Una especie de never ending story. El mundo que se plantea debe existir siempre dentro de la marca y generar todo el tiempo nuevas historias, nuevas experiencias y nuevas aventuras que estén conectadas entre sí. El storyscaping se trata de un relato continuo y siempre presente.
¿Cómo llevar a cabo el storyscaping?
Para implementar esta estrategia, lo primero y principal será desarrollar lo que los profesionales llaman la “idea organizadora”.
La idea organizadora es aquella idea que sirve de eje y base para todo lo que se quiere lograr, y que orientará el camino del storyscaping. Es, en otras palabras, el concepto de marca que fundamenta el universo de esta.
Tal como su nombre lo indica, esta idea debe ser capaz de organizar todas las experiencias, ideas y mensajes que se comunicarán. Y naturalmente deberá estar alineada con los objetivos generales de la empresa.
Cuando se tenga esta idea, habrá que trabajar con el equipo de marketing y creatividad para encontrar de qué manera es posible transmitirla, a través de experiencias relacionadas a la marca que pongan en el centro de nuestro cliente. Es decir, a través del storyscaping.
Suele ser muy útil para este proceso describir cuál es la experiencia de nuestra marca, y dentro de ella inventar historias que los clientes puedan vivir en primera persona.
No lo olvides: el objetivo principal del storyscpaing es que el cliente se sienta parte del mundo de la marca para que, a cada lugar que vaya, logre conectar e identificarse con esta idea organizadora.
Cuando encuentres la idea, y si es una gran idea, el resto del camino saldrá fácil.